Una de dos opciones: cómo tomar la mejor decisión
Hoy quiero compartir con vos una herramienta que me ha ayudado mucho muchas veces.
La lista de pros y contras para tomar decisiones.
Parece simple, y lo es, pero además es muy poderosa.
Muchas veces tomar decisiones nos cuenta horrores, sobre todo a mi que soy geminiana y cuando tengo muchas alternativas me cuesta mucho trabajo decidirme.
Cuando nos enfrentamos a una decisión que hay tomar, muchas veces decidimos emocionalmente olvidado la parte lógica del asunto. O a veces pasa que tomamos la decisión considerando un solo factor y no pensamos en el resto. Todas las variables son importantes al momento de decidir, algunas tendrán más peso que otras, pero debemos considerar todas las opciones para tomar una buena decisión final que no haga sentir que vamos por el camino correcto.
Cuando tengo que tomar una decisión por si o por no, hago la lista de pros y contras que tiene ese asunto en particular. Para armar esa lista abarco diferentes factores:
- Nivel de urgencia (¿hasta cuando tengo tiempo de decidirlo?)
- Propósito (¿por qué haría esto?, ¿adónde me lleva?)
- Objetivos (¿está alineado con mis objetivos anuales?)
Estos tres factores los pongo en el encabezado de la lista. No son pros ni contras, son preguntas que me hago a mi misma para conocer el sentido del asunto de acuerdo a mis planes.
Luego, para armar los pros y contras voy respondiendo:
- sentimientos (¿cómo me hace sentir?)
- ganas/preferencias (¿quiero? ¿tengo ganas?)
- quién (¿esto es algo para y por mi o es para alguien más? ¿quién?)
- esfuerzo físico (¿qué implica que haga físicamente? ¿dónde tengo que estar presente? ¿cuándo? ¿horarios? ¿traslados? ¿trabajo manual?)
- esfuerzo mental (¿implica trabajo vinculado al conocimiento? ¿conlleva tiempos de producción escrita?)
- esfuerzo monetario (¿me conlleva gastar dinero o dejar de ganar en otro lado? ¿cuánto?)
- retribución emocional (¿qué gano emocionalmente? ¿cómo me sentiría?)
- retribución física (¿me sentiré mejor físicamente? ¿con más energía?)
- retribución monetaria (¿ganaré dinero? ¿cuánto? ¿tengo alguna referencia para saber si me conviene?)
- abandono (¿implica que deje de hacer otras cosas?)
- acumulación (¿implica sumarme más cosas para hacer?)
- tiempo (¿implica más tiempo? Cuánto? Lo dispongo?)
Escribirlo todo en primera persona ayuda muchísimo, de verdad. Frases del tipo “no me gusta que”, “tengo que”, “prefiero que”, “me daría tranquilidad que”.
Este tipo de herramientas te permiten evaluar entre dos asuntos distintos al tener que decidir por uno, o bien decidir por sí o por no en relación a un asunto en particular.
Espero que el ejercicio te sirva y te ayude a tomar esa decisión que te está costando!
Besos, Naty
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