5 tips para dejar de preocuparte por cosas que jamás van a ocurrir
La preocupación tiene en el fondo una connotación positiva, porque está asociada a ser “una persona responsable”. Sin embargo, la preocupación puede traerte (y estoy segura de que lo hará) muchos desequilibrios realmente innecesarios. La preocupación nos pone en estado de alerta y desgasta nuestra energía. Hemos aprendido a asumir que preocuparse por algo tiene sus ventajas, por lo tanto creemos firmemente en eso.
Pero si desarmas la palabra te darás cuenta, como yo, que en el fondo no tiene sentido. Pre-ocuparse implica una acción previa, mucho antes de que puedas ocuparte realmente del asunto en cuestión.
Cuando se te presenta un problema, lo que haces normalmente es analizar la situación, tomar una decisión y actuar para cambiar ese aspecto de la realidad. Sin embargo, pre-ocuparte de ello no implica una decisión ni acción, sino que implica darle vueltas y más vueltas al asunto en tu cabeza, sin que puedas hacer o decidir nada. En esta etapa no hay intención de solucionar aquello que te “preocupa”, sino que lo único que estamos haciendo es “pensar” en ello, casi de manera obsesiva, una y otra vez.
Entonces, la pregunta es: ¿para qué sirve preocuparse o estar preocupada? Bueno, ya sabes la respuesta, de fondo no tiene ninguna utilidad.
Pero en el caso que la preocupación aparezca en tu cabeza, todavía hay algo que podés hacer: cambiar tu estado emocional. ¿Cómo se hace eso? Te muestro algunos tips que uso yo y me funcionan bastante bien la mayoría de las veces (para qué te voy a mentir, no siempre tengo el control y me preocupo igual ja):
Tip 1 #recordar: Recordá que si estás preocupada por algo es porque aun- todavía- no podés hacer ni decidir nada para cambiarlo. Cuando llegue el momento, pasarás a la acción y le darás solución.
Tip 2 #imaginaciónxmil: muchas veces no nos preocupa nada real, sino posibles escenarios o cosas que “podrían” suceder. Esa es tu imaginación y apuesto que la mayoría de las veces te imaginas cosas que no terminan pasando nunca.
Tip 3 #perspectiva: tomar distancia para tomar otra perspectiva/dimensión del asunto o problema, al analizar toda la realidad y no solo esa partecita que te “preocupa”, podes ver cosas que hasta podes usar a tu favor.
Tip 4 #alternativas: reflexionar sobre el problema y decidir qué acciones podés realizar llegado el caso para darle una solución. No abuses de este recurso porque te puede llevar a maquinar más; la idea es tratar de ser objetiva y estudiar opciones buscando mas información al respecto, sin maquinar sobre posibles escenarios ni ser fatalista. Tranquila. Eso no tiene que obsesionarte, sino ayudarte a bajar un poco la ansiedad en la medida que el ejercicio te otorgue un poco más de confianza y seguridad.
Tip 5 #elrecurso: muchas veces la mejor opción es buscar alternativas para relajarnos un poco: hablar con alguien sobre el asunto que nos ayude a calmarnos, buscar actividades que nos ayuden a relajarnos y dejar de pensar tanto.
No olvides que la preocupación no es más que un hábito de pensamiento que tenemos muy pero muy arraigado, y nos puede crear un falso sentimiento de bienestar que esconde: una realidad pendiente de resolver o una realidad imaginaria que es muy probable que no suceda. Y ese es el principal motivo por el cual no debemos preocuparnos más, porque o se trata de una realidad que no aun podemos resolver (al menos no por ahora) o porque se trata de nuestra imaginación potenciada y nada de eso es real.
Espero que esto que te comparto lo puedas usar a tu favor!
Besos, Naty
Hola! Gracias por los tips, voy a intentar ponerlos en práctica, aunque en mí caso es más difícil porque (es raro, si) cada vez que imagino una situación termina pasando de una u otra forma y ya no sé si pensar que soy maga o qué 😂 Me gusta mucho tu página, y claro, también te sigo en ig ❤️
Algo de magia debe haber entonces jaja :) besoo! Naty